GASTRONOMÍA | ¿SE PASÓ DE SAL?

A casi todas nos ha sucedido que luego de varias horas preparando el almuerzo o la cena, al momento de servir a la mesa descubrimos que nos quedó salado. Por lo general esto sucede porque no observamos la regla de ir sazonando los alimentos a medida en que vamos avanzando en su cocción. Nos confiamos mucho y nos alegramos tanto que a veces el almuerzo nos queda como cocinado en agua de mar.

¿Qué hacemos en ese caso? ¿Desecharlo para no recibir los reclamos de nuestros comensales? Sobre todo de los hipertensos, quienes son los que pueden resultar más afectados por ingerir comida salada.

Por fortuna existen trucos para salvarnos del naufragio, algunos de los cuales compartiremos con ustedes en esta edición de la revista Unicentro Contigo.

Haga más.

Si tiene los ingredientes y el tiempo, simplemente haga otro lote de la receta (sin sal) para igualar todos los sabores. Una vez que se combina la mezcla, vuelva a condimentar.

Diluya con agua sin salar

Este truco funciona muy bien si estás haciendo una sopa, estofado, salsa o estofado líquido. Agregue cualquier tipo de líquido sin sal: agua fría, caldo sin sal, incluso vino y deje hervir a fuego lento durante unos minutos. Comienza con una pequeña cantidad de líquido a la vez si no quieres terminar perdiendo todo el sabor que lograste.

Más verduras

Para sopas y guisos demasiado salados, agregue algunas verduras como la col rizada o las espinacas. Se cocinan rápido y absorben parte de la sal.

Lanza una papa

Si está haciendo una sopa, estofado o curry, agregue algunas papas crudas y peladas y sáquelas cuando termine su plato. Las papas absorberán el exceso de sal.

Almidón al rescate

Ahorre su comida agregando un almidón para ayudar a absorber la sal. Los ingredientes como el arroz crudo, la quinua, la cebada, la pasta o el cuscús absorberán el exceso de sal como una esponja. También son bastante sabrosos.

Agregue algo ácido

Si su comida le quedó bastante salada, agregar un ingrediente ácido ayudará a reducir ese sabor. Piense en vinagre blanco, vinagre de manzana, jugo de limón o mostaza. Asegúrese de agregar solo un poco a la vez para que el resultado final no sea un plato demasiado agrio, además de salado.

Leches o cremas

Otra opción bien interesante para neutralizar lo salado es agregar leche, o crema espesa, o la crema agria, leche de coco, la leche de almendras o yogurt natural. Son cremosos y ricos, lo que ayuda a equilibrar el fuerte sabor del exceso de sal. Ensáyelas la próxima vez que se pase de alegre.

Enjuagar

Si fuiste demasiado generoso con el salero en algo como carne, cerdo, costillas o pollo, lo mejor es enjuagar la carne con agua fría.

Esto también funciona para vegetales o carnes al vapor demasiado salados que han estado en salmuera líquida. Nada se le va a dañar, haga el ensayo.

Añada un toque dulce

Un truco elemental podría ser intentar neutralizar lo salado agregando un poco de azúcar o miel, teniendo cuidado de no excederse.

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