PERFIL | PAPÁ, SOCIO, JEFE, AMIGO Y COMPAÑERO

Perfil

Hernando Ballesteros

Abundan los casos en los que la relación padre e hijo trasciende los linderos del hogar y se traslada a la sede de la empresa familiar, fundada por los padres muchos años atrás. La mayoría de las veces ello se da con estupendos resultados, como es el caso de don Hernando Ballesteros, propietario de la marca Óptica Visual, quien, de la mano de su esposa, Patricia Hoyos, fundó hace 35 años la primera de la que años después sería esta afamada cadena de tiendas especializadas en el cuidado y la salud de los ojos.

Su hijo mayor, Juan Pablo Ballesteros Hoyos, tenía escasos dos años de edad cuando inició el negocio familiar y siempre observaba con gran dedicación lo que allí se hacía. En su adolescencia ayudaba en la empresa en lo que se necesitara y al salir bachiller tenía muy claro que sería optómetra, título que ha reforzado con unas cuantas especializaciones y maestría. Hoy día es el director científico de la empresa y tiene como prioridad mantenerla a la vanguardia en tecnología, con equipos de última generación.

Hernando Jr. es el hijo menor, estudió comercio exterior y tiene a su cargo el desarrollo comercial de la empresa a través de sus tiendas en Cúcuta y Barranquilla, así como de su nueva marca asociada: Nitydo Visual. El éxito alcanzado valida las formidables proyecciones que tiene.

Le preguntamos a don Hernando por la experiencia de trabajar con los hijos y nos dice que ha sido maravillosa, como lo demuestran los resultados. El hecho de que desde muy pequeños ellos hayan engranado con el desarrollo del negocio ha facilitado la creación de una sólida cultura empresarial que integra el servicio al cliente, con la calidad del servicio científico y la visión empresarial.

Igual le consultamos si es muy compleja la dirección de una empresa cuando hay afectos de por medio entre los socios y nos cuenta que en el caso de su empresa, Óptica Visual, esto, por el contrario, se ha facilitado mucho gracias en primer lugar al nivel profesional de sus hijos, además de que ellos desde muy pequeños se integraron plenamente a ella, compartiendo una visión empresarial y de futuro muy clara. Eso hace que las decisiones sean consensuadas y no impuestas por la autoridad del jefe de la familia.

En toda empresa familiar se convierte en toda una encrucijada en el alma para el gran jefe determinar cuándo llega el momento de ceder el trono en favor de los hijos. Don Hernando nos dice que en su caso no pasa esto porque gracias a la temprana integración de los hijos al giro del negocio han compartido buena parte del trecho recorrido, con lo que más que una cesión del trono de lo que se trata acá sería de una entrega de la posta, tal como ocurre en las carreras de relevos.

Deja tu Comentario

Your email address will not be published.