PARA VIVIR MEJOR | RECUPERA A TU NIÑO INTERIOR

El día a día, las responsabilidades de la vida adulta y la sociedad, frecuentemente nos impulsan a “madurar” con bastante rapidez y olvidamos las pequeñas cosas que nos hacen felices. Pero, ¿qué harías si pudieras volver al pasado?, ¿qué te diría ese niño inocente de 8 años?, seguramente solo pediría una tarde jugando a la pelota en el parque.

Reconocer las necesidades de nuestro niño interior y trabajar en sanar las heridas de la infancia, ayuda a tener una vida adulta más equilibrada y con mayor control sobre las emociones, teniendo en cuenta que saber manejar las emociones no significa ignorar y restarle importancia a lo que nos sucede.

Un excelente ejercicio para comenzar a sanar tu niño interior es preguntarte con cada emoción, por qué te sientes así, de dónde viene el dolor o la alegría y dejarte fluir, sabiendo que una emoción no define tu día, ni tu vida. Identificar el nacimiento de nuestras emociones puede llevarnos a momentos del pasado que marcaron una huella negativa en ese niño dulce que estaba aprendiendo de la vida, pero, que ahora tu yo adulto tiene las herramientas para afrontar y superar esas viejas heridas.

De pequeños afrontábamos la vida de una forma diferente, usando juegos para conocernos e interactuar con el otro, creando historias fantásticas y soñando en grande, y aunque parezca que han pasado décadas, nuestro niño interior siempre vive en nosotros.

Descubre cómo conectar con tu yo del pasado en 6 sencillos pasos:

1.   Recuerda cómo eras de niño y qué querías ser, este es el primer paso para comenzar a hacer las paces con esa parte de ti que tenías escondida en el rincón de los recuerdos del pasado.

2.   Deja ir el pasado, es fundamental que perdones y sueltes. Esas situaciones que te lastimaban no tienen poder sobre ti, creciste y ahora cuentas con más herramientas y conocimiento para superar cualquier obstáculo.

3.   Cumple un sueño que hayas abandonado, sin importar que tan pequeño o grande sea, cómprate ese carro a control remoto que siempre soñaste o comienza a practicar esa actividad a la que tus padres nunca te llevaron. Haz sentir a tu niño interior escuchado, cuidado y amado.

4.   Diviértete, mediante el juego los seres humanos aprenden a relacionarse de forma positiva entre sí, se logran desarrollar habilidades de trabajo en equipo y comunicación, además, se liberan endorfinas y se ejercita el cuerpo y la mente.

5.   Déjate consentir por tus papás, no importa la edad que tengamos, nuestros padres con su ausencia o presencia dejan huellas imborrables en la vida de todo ser humano. Sin importar que tan buena o mala haya sido su relación en el pasado, intenta buscar espacios en el presente en los que puedas recibir de ellos lo que te hizo falta en tu niñez. Siempre priorizando tu bienestar y salud mental.

6.   Sorpréndete, mira a tu alrededor como quien descubre todo por primera vez, presta atención a los pequeños detalles, levanta tu mirada, busca formas en las nubes. Atrévete a soñar de nuevo.

Y sobre todas las cosas ÁMATE A DIARIO, reconoce tu valor, mírate al espejo y dile a tu niño interior las palabras que necesitaba oír.

Por: Amérika Guerrero

@adeamame

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