BUENO SABERLO | NUNCA EN EL MICROONDAS

Sin duda el horno microondas es una herramienta muy valiosa en cualquier cocina y en cualquier hogar. Fue inventado en Estados Unidos por Percy Spencer en 1945 y desde entonces siempre ha estado presente en todas las cocinas preparando o simplemente calentando en pocos segundos las cenas de miles de millones de personas por todo el mundo.

El microondas es una herramienta multifuncional para la cocina de todo hogar, la facilidad y rapidez con la que calienta alimentos es una solución muy apreciada. Sin embargo, esto no significa que su uso sea universal y se puede recalentar o cocinar cualquier alimento.

Desafortunadamente, algunas comidas que recalentamos en el microondas nunca serán tan sabrosas como cuando recién salieron del horno, la sartén o la parrilla.

Por otro lado, cualquier plato que involucre pan no debe meterse en el microondas. Esto incluye productos como hamburguesas, sándwiches y sobras con muchos carbohidratos. Esto no significa que no puedas volver a comerlas, lo que se necesita es usar otras fuentes de calor para restaurarles su sabor original.

Los 6 alimentos que nunca deben calentarse en el microondas:

1- Carne

Como habrás comprobado más de una vez, recalentar un bife en el microondas es probablemente la peor manera de hacerlo.

Si lo que queremos es comer un corte de carne al horno o a la parrilla del día anterior, lo mejor cortarlo en rodajas finas. Luego, simplemente agregar un poco de aceite en una sartén y cocinarlo a fuego medio hasta que esté lo suficientemente caliente.

También pueden ponerse las rodajas finas en una fuente para horno con aceite o caldo y cocinarlo a temperatura baja, para que no pierda humedad ni se seque.

Hay que saber que para descongelar la carne lo mejor es dejarla en la heladera la noche anterior, no es conveniente descongelarla en el microondas.

2 – Pasta

Si queremos volver a disfrutar un plato de spaghetti, o cualquier pasta simple, sin salsa ni relleno, la mejor manera de calentarla es en agua hirviendo por unos pocos minutos, dependiendo del tipo de pasta.

La pasta que ya está cubierta con una salsa cremosa o con aceite es un poco más complicada, ya que el aceite o la crema pueden separarse, y arruinar la consistencia del plato. En una cacerola, coloca la pasta a fuego medio-bajo. Combinarlo con una pequeña cantidad de grasa (como crema o aceite, lo que se haya usado cuando se cocinó por primera vez). Controlarlo y revolverlo con frecuencia.

La pasta con salsa a base de tomate es más fácil. Esto se puede recalentar en una cacerola pequeña en la hornalla, a fuego medio. Si la salsa es demasiado espesa, agregar un poco de agua mientras se calienta y volver a sazonar, ya que se agregó líquido y volumen.

Simplemente colóquelo en una olla y cocínelo a fuego medio. Si está demasiado espeso, agregue un poco de agua y un poco de condimento.

3 – Pizza

La pizza es quizás el alimento que más veces ha sido puesto en el microondas después del café con leche, sin embargo, los resultados son pésimos. El tipo de cocción del microondas estropea la textura del pan y la pizza. ¿Alguna vez pusiste una rebanada de pizza fresca y crujiente en el microondas, para luego sacar una corteza blanda y muy caliente?

Por eso las mejores opciones para recuperar el sabor intenso y crujiente, son la sartén o el horno. Si se trata de una o dos porciones, hay que ponerlas en una sartén a fuego medio. Es mejor que el microondas, porque la corteza se mantiene crocante. Si es una pizza completa, lo mejor es ubicarla en el estante medio del horno a unos 180 grados hasta que el queso se vea bien y se derrita nuevamente.

4 – Papas fritas

Lo primero que hay que saber, es que nunca sabrán tan bien como cuando estaban frescas. Pero la mejor forma de volverlas a cocinar es en una sartén con aceite. Las papas fritas son las más difíciles de recalentar, porque es fácil que pierdan su sabor y consistencia cuando se calientan, especialmente cuando están crujientes.

Lo recomendable es calentar un poco de aceite en una sartén antiadherente hasta que comience a brillar. Colocar las papas fritas y déjelas freír hasta que estén doradas y crujientes. Retirar las papas fritas y escurrir los restos de aceite en un plato con toallas de papel de cocina. Por último, espolvorearlas con un poco de sal.

5 – Cazuelas o guisos

Para que se calienten de forma uniforme, lo mejor es calentarlos en el horno. Para recalentar el plato, hay que agregar un poco de agua para evitar que se seque y luego cubrirlo bien con papel aluminio.

Hornearlo en fuego bajo (unos 160/170 grados) hasta que esté bien caliente. Asegúrese de verificar la temperatura desde el medio de la cacerola, ya que toma más tiempo para calentarse.

6 – Pollo frito

En lugar del microondas, use una bandeja para hornear o una sartén. Hay que cubrir cada pieza con papel aluminio y cocinarlo en el horno a 180/190 grados durante unos 10 minutos. Luego se retira el papel aluminio y se sigue cocinando hasta que la piel vuelva a tomar una textura crujiente. En el caso del pollo frito como de otros platos, es necesario tener en cuenta que hay algunos alimentos que no deben recalentarse por completo y, en su lugar, deben desecharse.

A pesar de que estos alimentos no son apropiados para este aparato de cocción, para otras cosas el microondas sí es muy utilizado. Aporta facilidad y practicidad por la alta velocidad a la que calienta y cocina los alimentos. Por eso, para aprovechar mejor su funcionamiento hay que tener en cuenta que la cantidad y peso de la comida son proporcionales al tiempo de cocción. Por ejemplo, si para calentar un plato lo programas 3 minutos, para dos platos se deben poner 6 minutos.

También hay que estar atento al recipiente que introducimos en el microondas, no todos son aptos para las ondas electromagnéticas. Hay que utilizar sólo aquellos que resistan altas temperaturas (silicona, vidrio para altas temperaturas, cerámica y plástico resistente). No se puede usar metal, aluminio y madera.

Deja tu Comentario

Your email address will not be published.