SOCIEDAD | COMPRAS NERVIOSAS

En nada se aprecia tanto la mentalidad de borrego como en las llamadas compras nerviosas, o FOMO (Fear of Missing Out), que se traduce algo así como el miedo de quedarse por fuera.

El pavor al desabastecimiento es un fenómeno recurrente en varios países que han sufrido crisis en la producción o comercialización de algunos productos que se consideran básicos. Cuando estas cosas pasan se nos activa en el cerebro un instinto de conservación y se estimulan los impulsos más primitivos, dejando atrás conceptos como la solidaridad. Los miedos nos alertan y a veces las reacciones son casi ilógicas, como lo vemos con el pánico general que ha despertado el coronavirus, que hace que alguien quiera comprar todo el alcohol en gel, dejando desabastecido al vecino que luego nos puede contagiar.

Y ya no solo se ven cosas ilógicas sino absurdas, como hacer compras exageradas de papel higiénico sin que nadie tenga claro cuál es la utilidad específica y práctica del mismo en estos tiempos de cuarentena. Algún consumidor considera que se hace necesario stockearse de él sin alguna razón aparente, cuando los demás clientes del supermercado ven que en la góndola comienza a disminuir la cantidad del producto corren a comprar lo que queda y a los pocos minutos se ha creado una ola de pánico alrededor del papel higiénico totalmente injustificada que lo único que produce es un aumento del precio.

Ese comportamiento de manada, que hace que un rebaño se lance de cabeza por un despeñadero solo porque el líder lo hizo, es lo que genera el efecto contagio en el mercado. Si los demás lo están haciendo por algo será, es el raciocinio del consumidor, quien sin mayor análisis se lanza al vacío.

En estas semanas de crisis por el coronavirus hemos visto imágenes en las redes sociales de supermercados de España, Australia, Italia, Argentina y otros países de América Latina con carros de supermercado cargados de rollos de papel higiénico, que suelen ser muy voluminosos. Es complicado ver que no tenemos sentido de comunidad, pensamos y actuamos de manera egoísta, con los primeros impulsos.

En estos tiempos de redes sociales el miedo crece y llega a niveles insospechados, es algo así como lo que sucede con el temor que se crea respecto de la posibilidad de quedarse sin la última versión de una marca de celular, haciendo que los consumidores amanezcan haciendo filas para comprarlo a un precio elevado cuando bien podrían esperar un par de semanas para adquirirlo a mitad de precio.

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