MODA | MODA POST PANDEMIA

Una de las más notorias consecuencias de la pandemia fue la escasez de vida social, de reuniones, de estar en contacto con otros. La gente no hizo mayores inversiones en renovar su closet porque, en definitiva, no sabía cuándo iría a usar lo que compraba. Nadie se compra un vestido elegante, o relativamente elegante para estar en casa.

Ahora que, al parecer, la pandemia como tal comienza a desaparecer, uno pensaría que la gente va a darle rienda suelta a unos deseos reprimidos por comprar aquello que siente que le hará sentir mejor.  Pero igual, hay muchas más personas que luego de un año de encierro obligado se acostumbraron a vestirse de la manera más informal posible, con atuendos escasamente aceptables para trabajar desde casa.

Lo que se sabe es que viene una especie de revolución del color, donde el amarillo ocupará un papel más que relevante, pero escuelas y tendencias obligatorias no habrá. Al menos eso parece, el mundo solo quiere oír sobre libertades de todo tipo.

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