EDITORIAL | RENACER FRONTERIZO

La reactivación económica es bien apreciable en todos los sectores de actividad, a Dios gracias. Los comerciantes, los hoteleros y las empresas del sector transporte han padecido lo indecible en este año y medio largo que llevamos desde el inicio de la pandemia.

Por ello nos alegran mucho las buenas noticias que se producen en el mundo de los negocios como, por ejemplo, la salvación de Avianca y así la de centenares de empresas de todos los tamaños que lograron sobrevivir al rigor de las condiciones económicas derivadas del espantoso encierro al que nos vimos obligados para evitar contagiarnos del mortal virus.

Es apreciable el aumento de las operaciones aéreas en Cúcuta. Desde antes de las seis de la mañana se escucha el que será un intenso tráfico aéreo durante todo el día. Lógicamente esto se traduce en mayor ocupación hotelera y en mayor actividad comercial, lo que deriva en mayor ocupación de mano de obra y mayor dinamismo en los negocios y, en general, en las diferentes actividades económicas que se realizan en una zona fronteriza como Cúcuta.

Si esto es así, teniendo la frontera cerrada por parte de Venezuela, ya imaginamos cómo sería teniendo libre paso de personas, vehículos y mercancías entre ambos países. En este ambiente algo kafkiano se desenvuelve la economía local, al impulso dado a la economía por la dinámica de los negocios se suma el empuje dado por la campaña de vacunación, el cual obedece en gran medida a la gran labor desarrollada por Unicentro, la cual ya tiene registros que superan los 60.000 vacunados en nuestras instalaciones.    

Quizá de esta tragedia de la pandemia nos quede como insuperable valor social las ganas de progresar y de superar las dificultades, esa maravillosa capacidad de resiliencia de la cual hicieron gala nuestros antepasados hace 146 años cuando, por cuenta del fatídico terremoto del 18 de mayo de 1875, fueron perfectamente capaces no solo de reconstruir una ciudad literalmente destruida en su totalidad, sino de señalarle ese nuevo rumbo a la economía que habría de colocarla entre las urbes más prósperas de la primera mitad del siglo pasado.

Carmen Elisa Ortiz Caselles

Gerente General

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