DEPORTE | QUIETOS EN PRIMERA

La pandemia por cuenta del coronavirus pasa facturas bien costosas. Japón estima en US $36.000 millones las pérdidas que su país sufrirá por el aplazamiento de los juegos olímpicos de Tokio 2020, los cuales se postergaron para el verano de 2021 pero se continuarán llamando Olímpicos 2020. Ese costo se refiere básicamente las cancelaciones de servicios complementarios a los juegos y turísticos en general.

El costo es mucho mayor si se consideran los de los otros países que por alguna razón servirían de escala a los viajeros a la lejana tierra del sol naciente. A las pérdidas económicas habrá que agregarle las pérdidas de carácter deportivo que habrán de presentarse por motivos tan diversos como que algunos deportistas no podrán competir el próximo año porque habrán salido del límite de edad; también es probable que por la experiencia de este año poca gente viaje y se tengan escenarios vacíos de público.

A eso hay que sumar las pérdidas del Comité Olímpico Internacional por concepto de derechos de transmisión por televisión, los cuales representan algo más del 75% de sus ingresos, basta decir que tan solo la NBC se gastó US$2.500 millones en los olímpicos de Río de Janeiro hace cuatro años, lo que a precios de hoy serían más de 3.000 millones. Muchos contratos multimillonarios publicitarios en televisión han debido ser cancelados, lo que es ruinoso tanto para las grandes cadenas como para el COI.

Las grandes multinacionales del planeta, como CocaCola, Visa, Toyota y Samsung, igualmente han cancelado sus contratos de participación para hacer presencia de marca en los estadios y demás escenarios deportivos. Quizá no resulte exagerado estimar en cien mil millones de dólares el monto de los negocios que debieron ser cancelados por cuenta de la pandemia.

Es la primera vez en la historia que los juegos olímpicos se suspenden por razones de salud. En el pasado lo fueron, pero, principalmente, por guerras, como sucedió en 1916 por la I. Guerra Mundial y en los años 1940 y 1944 por la Segunda gran conflagración planetaria.

Pero no han sido los Olímpicos de Tokio el único evento internacional afectado, también lo han sido la Copa América y la Eurocopa, que ya no se jugarán este año. La FIFA y la CONCACAF cancelaron todas las fechas previstas para las eliminatorias del mundial de fútbol; las ligas nacionales de fútbol suspendieron las competiciones internas; la misma suerte corrieron las competiciones internacionales de la UEFA; Liga de Campeones y Europa League. La final de la Liga de Campeones de la UEFA fue aplazada provisionalmente para el 27 de junio. También la NBA suspendió el campeonato de baloncesto y las carreras de Fórmula 1 igualmente fueron canceladas.

Las grandes competencias que no han sido canceladas se encuentran en suspenso para su realización, como las carreras de ciclismo, el béisbol, los torneos de tenis, de golf y las maratones, como la de Boston. Todo un año sin actividad deportiva.

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