CURIOSIDAD | 難以學習的東西 ALGO DIFÍCIL DE APRENDER

El inglés se consolida cada vez más como el idioma universal, es el que hay que hablar cuando salimos a Europa, Asia, África, Oceanía y, por supuesto, a Norteamérica. Se creía que los impresionantes desarrollos tecnológicos, comerciales y militares de China nos obligarían a estudiar su idioma, pero, por fortuna, no es así.

Decimos “por fortuna” porque ciertamente es en extremo difícil aprenderlo, esto lo han comprendido los mismos chinos, quienes resolvieron que era más fácil para ellos aprender inglés, concesión nada fácil para ellos teniendo en cuenta que mientras el inglés moderno se emplea desde hace menos de 500 años, el chino tiene al menos 5.000 años de antigüedad.

Las dificultades para el manejo del chino comienzan porque en esa inmensa nación coexisten 56 variedades de este idioma, de manera que el que se usa en el sur no sirve en el norte, y, por si fuera poco, también hay más de 60 dialectos, entre ellos el cantonés. Para facilitar un poco el asunto buena parte de los 1.500 millones de chinos adoptaron el Pu -Tong -Hua, que es el mandarín, como la lengua común.

Primero lo escribían de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, lo que le hacía del todo incomprensible a los occidentales. Sin embargo, lo más complicado es que, mientras el inglés tiene un alfabeto de tan solo 26 letras, el chino no tiene letras sino 56.000 caracteres con 214 radicales, que son los que les dan el significado a cada uno de ellos al leerlo.

Pero, a la hora de hablarlo, debe tenerse en cuenta que la sílaba es la unidad básica del idioma chino y que cada una tiene un principio, un final y un tono. Y, para hacerlo más complicado aun, la misma sílaba con distinto tono tiene significados diferentes, y hay 4 tonalidades entre las que se pueden elegir. Manejar el chino es como conducir una sofisticada nave espacial con miles de botones, mientras que el inglés se parece a un viejo jeep Willys, que se deja manejar por cualquier novato. 

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