El pan de jamón es un plato típico de la Navidad venezolana, que se originó en 1905 en la panadería Ramella, de Caracas. Su fama corrió ten rápido que al poco tiempo pasó a Colombia. El panadero Gustavo Ramella tuvo la ocurrencia de envolver las sobras de jamón planchado en una masa de pan sobado. El pan originalmente se cocinó con vino, clavos, piña, canela y panela. El éxito de ventas llevó a otras panaderías a imitarlo, agregando uvas pasas y aceitunas. En los años 1920 se añadieron otros ingredientes como almendras, nueces y alcaparras. Hoy en día, el pan de jamón es un imprescindible de las f iestas navideñas en Venezuela y en los países donde viven los venezolanos fuera del país.
Ramella era el dueño de la Panadería Las Gradillas y otras cinco grandes panaderías. Mountauban, el rival de Ramella , era propietario de 3 panaderías más, entre ellas la de San Juan, famosa por el “pan isleño”, exquisito para mojarlo con el café con leche.
Los dos panaderos más poderosos de Caracas, identificaban a sus repartidores con una R y una M. El más agresivo de los panaderos era Ramella. Se la pasaban en una eterna competencia. Pero cuando el asunto se trasladó al pan de jamón se volvió cuestión de honor para ambos.
Las crónicas afirman que el pan de jamón, se inventó en 1905 en la Panadería “Ramella”, que quedaba en la esquina de Gradillas. Se hacía con masa de pan sobado que se rellenaba con los restos del jamón de coleto que se planchaba luego de dejarlo remojando en una preparación que incluía vinos, clavos, piñas, canela, papelón, etc. Luego, las panaderías de la competencia, que eran muchas, imitaron esta creación y le fueron agregando pasas y aceitunas. Pero algunos creen que en la famosa panadería “Solís” de Francisco Banchs & C.A., se elaboró por primera vez y quien lo hizo fue el viejo Francisco Banchs, de origen catalán, llegado a Venezuela en 1890. Un descendiente de Francisco Banchs recuerda que su abuelo para darle brillo, lo pintaba con huevo, y otras veces con melado de papelón cuando estaba dorándose en el horno. Le daba ese toque dulzón tan caraqueño que tanto gusta. La primera prueba de que en Caracas existía el pan de jamón, la encontramos en el periódico “El Constitucional”, N° 1826, del 21 de diciembre de 1906, en un aviso a 3 columnas que dice: “Pan con jamón. Especialidades de la casa para los días de Pascuas, a 2, 4, 6 y 8 reales. Otro panadero, Don Lucas, dueño de la panadería Los Jabillos también preparaba un pan de jamón insuperable. A la masa, le untaban la manteca que soltaba el jamón de pierna. Con esto la masa quedaba un poco suelta y ligeramente impregnada de esa sustancia. Hoy día vale, en promedio, unos 45 mil pesos, y se agota en pocas horas, hay que calentarlo.