BUENA EDUCACIÓN | EL PROTOCOLO

Las normas protocolarias establecen el orden y pueden llevar al éxito o al fracaso los objetivos de una empresa, de un evento corporativo e incluso, aspectos personales. Cada lugar que frecuentamos o visitamos tiene su constructo de características y condiciones a tener en cuenta para desenvolvernos de forma adecuada, comenzando desde la individualidad, pues todas las decisiones que tomamos para nosotros mismos trasmiten información a nuestros semejantes para que construyan nuestra imagen personal.

Determina las reglas a seguir, para convivir, agradar y saber estar. Nos dice que tipo de educación tenemos y que tipo de persona somos, todo depende de nuestra cultura. Principalmente nos ayuda a “tratar a los demás de la forma que nos gusta ser tratados”.

Tiene mucha importancia en la vida profesional, empresarial o institucional, ya que evitan los conflictos en las relaciones intrapersonales. Se conforma por dos tipos de precedencias, por cortesía y por ley. El protocolo en nuestra vida profesional es de suma importancia, por cuanto, haciendo un uso adecuado de él podemos: mejorar nuestro ámbito laboral, cerrar encuentros de negocios, asistir a graduaciones, asambleas y muchos más eventos que exigen de él.

Tener protocolo es sumamente importante en nuestro diario vivir, son normas que nos ayudan a convivir, agradar y simpatizar; todo lo cual varía según nuestra cultura, País, religión, el buen humor, saber sonreír, moderar el tono de la voz, vestir apropiadamente, entre otras, se convierten en costumbre, haciendo de la persona un ser social.

Tipos de protocolos:

FAMILIAR: regulariza el trato en familia. Incluye la higiene personal, la organización, la limpieza y la presentación. SOCIAL: establece la actuación de las personas en su entorno habitual. EMPRESARIAL: implica el interactuar entre los miembros de la empresa. DIPLOMÁTICO: se refiere a  los actos oficiales entre Estados y las autoridades que lo representan MILITAR: regulan la institución castrense.

El protocolo implica:

  • SABER SALUDAR: hace notar nuestra presencia, ya sea a través del habla o de algún gesto. 
  • SABER PRESENTAR A ALGUIEN: bien sea en el ámbito laboral, un evento social o en cualquier circunstancia que lo amerite.
  • SABER HABLAR: aprender cómo, dónde y de qué hablar.
  • SABER ESCUCHAR: nos ayuda a que la persona que nos habla se sienta respetada, acogida. …
  • SABER VESTIR ADECUADAMENTE: observar especial cuidado en la vestimenta, no es fácil cambiar una primera mala impresión.
  • SER PUNTUAL: ser impuntual es una falta de respeto con el tiempo de los demás.
  • SER RESPETUOSO: respetar las ideas de cada quien, sus creencias y las formas de ver las cosas.
  • SER CORDIAL Y AMABLE: un gesto grosero, un tono inadecuado, no favorecen en nada la buena convivencia entre las personas.
  • SABER DESPEDIRSE: hay que terminar una conversación, una reunión o un acto social de forma educada y cordial.
  • SER CÍVICO: Ser educado, responsable, honrado, justo y solidario con nuestros  semejantes.

Por Luis Emigdio Guerrero Romero

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