Aquí y Ahora

aqui_y_ahoraCon frecuencia vemos en redes sociales y recibimos mensajes que nos invitan a vivir el presente, como único tiempo que en realidad existe, y no desgastarnos en vivir del pasado ni, menos, soñando con futuros de mediano y largo plazo. Dicen que Dios se ríe de quienes lo hacen, en cualquier instante podemos perder la vida, salirnos de este plano.

Se cree que las personas sabias, los seres superiores al promedio, saben vivir mejor que la mayoría de la gente porque ponen toda su consciencia en el momento y circunstancia que están experimentando. Cuando comen, simplemente comen. Cuando duermen se abandonan en sueños profundos, y cuando están dialogando están concentrados en cada palabra que escuchan y que sale de sus bocas.

A diferencia de muchos de nosotros que mientras comemos chateamos y resolvemos problemas o negocios, o nos desvelamos pensando en las tareas del día siguiente, y, lo más grave, nos distraemos del hilo de una conversación que puede ser muy trascendental para nosotros.

Quizá uno de los mayores errores es vivir del pasado y pretender hacerlo a costa de títulos de roles viejos, en una especie de Síndrome del Ex, donde a todo paso invocamos que somos ex algo: ex gerente, expresidente de alguna cosa, exconcejal, exalcalde, exesposa, o cualquier otro, exhibiendo ese título pasado como si fuera la mayor conquista de nuestras vidas, admitiendo que tuvimos una serie de limitaciones que nos impidieron dar más, lograr más. Nada más humillante y degradante que eso.

La manera más inteligente y feliz de vivir la vida es disfrutando cada instante, cada momento, cada día de nuestra existencia. Un buen consejo sería: disfruta cada día como si fuera el último de tu vida, pero prepárate como si fueras a vivir eternamente (estudia, cuida tu salud, sé responsable con tu dinero).

Haz una pequeña autoevaluación:

  1. ¿Realmente vives o simplemente pasas por la vida?
  2. ¿Tienes la sensación cierta de estar viviendo tu presente?
  3. ¿Vives con consciencia plena de los instantes de la vida o estás haciendo una actividad y pensando en la que viene a continuación?
  4. ¿No disfrutas de un buen chiste por estar pensando en el que a continuación contarás?
  5. ¿Te pillas a ti mismo fuera del momento y tienes que obligarte a volver de vez en cuando?

Es bien probable que ayude a mejorar nuestra estima, estabilidad emocional y felicidad acostumbrarnos a, de vez en cuando, sentir más y pensar menos. Disfrutar con todos nuestros sentidos de una experiencia, sin valorarla o pensar sobre ella, simplemente sentirla.

Igualmente, cuando te veas rebobinando una escena de tu pasado, piensa realmente lo que estás dejando de vivir en ese instante por retrotraerte a algo que ya no está y que no se puede modificar. Vuelve a tierra, lo que ocurre aquí y ahora es lo único real, el resto ya no existe. Cada día tiene su función, y no se trata de gastarlo, sino de invertirlo y sacarle provecho.

A veces puede que nos toque sentir dolor, rabia, tristeza o enfado y que tendamos a negar o evitar esa emoción. Es el sentimiento que pertenece a este fragmento de nuestra vida aquí y ahora. Las emociones nos ayudan a anclarnos en el momento presente. Si, además, lo que nos invade es alegría, satisfacción, ternura, ilusión, etc. nos será más fácil dedicarle unos instantes de consciencia plena. Lo que sentimos hoy, aquí y ahora, es una señal de que estamos vivos.

aqui_ahora_2

Deja tu Comentario

Your email address will not be published.