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Economía

comerciales, centros deportivos lugares a través del teléfono. La aerolínea no oportunidades abiertas para todos los
de conferencias y organizadores de podría ver dónde habían ido, pero demás. Los trabajadores autónomos,
eventos, cruceros, aerolíneas, transporte recibiría una alerta si algún pasajero desde conductores hasta plomeros
público, colegios, jardines infantiles. ha estado cerca de personas e instructores de yoga, verán que
infectadas confi rmadas o de puntos sus trabajos se precarizan aún más.
Dice el argot popular “Si tenemos calientes de enfermedades. Habría Los inmigrantes, los refugiados, los
limones habrá que hacer limonada.”, requisitos similares en la entrada indocumentados y los ex presidiarios
así que no tenemos más remedio que a grandes sitios, como edifi cios se enfrentarán a otro obstáculo para
adaptarnos: los gimnasios podrían gubernamentales o terminales de hacerse un hueco en la sociedad.
empezar a vender máquinas para casa transporte público. Habría escáneres
y sesiones de entrenamiento online, de temperatura en todas partes, y El mundo ha cambiado muchas
por ejemplo. Veremos una explosión su lugar de trabajo podría exigirle veces, y ahora lo está haciendo
de nuevos servicios en lo que ya se usar un monitor que controle su de nuevo. Todos tendremos que
ha denominado como la “economía temperatura u otros signos vitales. adaptarnos a una nueva forma de
confi nada”. También se puede esperar vivir, trabajar y relacionarnos. Pero
el cambio en algunos hábitos: menos Actualmente, las discotecas como con todo cambio, habrá algunos
viajes, más cadenas de suministro hacen controles de edad y puede que perderán más que la mayoría, y
locales, más paseos y ciclismo. que, en el futuro, también exijan probablemente serán los que ya han
La paralización de tantas empresas un justifi cante de inmunidad: una perdido demasiado. Lo mejor que
y medios de vida será imposible de tarjeta o algún tipo de verifi cación podríamos esperar es que la gravedad
manejar. Y el estilo de vida confi nado digital a través del teléfono, que de esta crisis fi nalmente obligue a
durante períodos tan largos simplemente demuestre que la persona ya se ha los países, a corregir las enormes
no es sostenible. recuperado y vacunado contra la desigualdades sociales que provocan
última cepa del virus. que grandes franjas de su población
A corto plazo, probablemente nos Nos adaptaremos y aceptaremos sean tan extremadamente vulnerables.
obligaremos a mantener una vida social esas medidas, de la misma forma
aparente. Los cines podrían eliminar la que nos hemos acostumbrado a los
mitad de sus butacas, las reuniones se cada vez más estrictos controles
llevarán a cabo en salas más grandes de seguridad en los aeropuertos a
con sillas más separadas y los gimnasios raíz de los ataques terroristas. La
requerirán reservas de sesiones de vigilancia intrusiva se considerará
entrenamientos con antelación para que un pequeño precio a pagar por la
no se llenen de gente. libertad básica de estar con otras
personas.
Pero, al fi nal, recuperaremos la
capacidad de socializar de manera El documento de MIT, fi nalmente
segura, con el desarrollo de formas señala, que como en otras tragedias,
más sofi sticadas de identifi car quién el costo real será asumido por los
representa un riesgo y quién no, más pobres y los más débiles. Las
y discriminando, legalmente, a los personas con menos acceso a la
primeros. sanidad y las que vivan en áreas
más propensas a enfermedades
Tecnología y confi namiento también serán excluidas con
mayor frecuencia de lugares y
Se pueden ver distintos presagios
del futuro, en las medidas que algunos
países ya están tomando. Israel utilizará
los datos de ubicación de los teléfonos
móviles, con los que sus servicios de
inteligencia rastrean a los terroristas
para seguir a las personas que han
estado en contacto, con los confi rmados
portadores del virus. Singapur, realiza un
exhaustivo seguimiento de contactos
y publica datos detallados sobre cada
caso confi rmado, sin identifi car a las
personas por su nombre.

No sabemos exactamente cómo
será este nuevo futuro, por supuesto,
pero es posible imaginar un mundo en
el que, para tomar un vuelo, a lo mejor
haya que registrarse en un servicio que D.R.A.
rastree los movimientos de los pasajeros

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