
No hay nada que identifique más a los nacidos en Ocaña que su acento, este es realmente propio, tanto que solo existe allí, en esta ciudad del departamento de Norte de Santander, Colombia. Tiene características muy particulares dentro del contexto del español hablado en la región andina y nororiental del país. En las mujeres este acento resulta de una gran sensualidad.
Su entonación es muy marcada, el ocañero suele hablar con una entonación melódica, que sube y baja más que en otros acentos colombianos. Esto da un aire expresivo y enérgico al habla.
Como en gran parte de Colombia, no se hace distinción entre la “s” y la “z” o la “c” (ante «e» o «i»). Todo suena como “s”. El seseo es característico en ellos.
Velarización de la “n” final: A veces la “n” al final de palabra suena un poco más nasal o “cerrada”, lo que se nota especialmente en la conversación rápida. La velarización, en fonética, es la articulación secundaria en la pronunciación de consonantes, en la que la lengua se lleva hacia arriba y hacia atrás en la boca (hacia el velo o paladar blando), como para pronunciar una vocal posterior, como la o, o como la u.
Se aspiración la “s”. En algunos casos (aunque menos marcado que en la Costa Caribe), las “s” al final de sílaba pueden sonar como una aspiración o incluso desaparecer: por ejemplo, “lo’ perro’” en lugar de “los perros”.
Uso coloquial de expresiones regionales: El ocañero usa muchas expresiones típicas, como: “¡Ave María!” o “¡Juemadre!”, “¿Quiubo, pues?” (saludo informal).
El acento ocañero es una mezcla de influencias del habla santandereana, costeña y andina. Esto se debe a su ubicación geográfica y a la historia de migraciones en la región, en lllla que la presencia alemana fue muy notoria.
Tiene similitudes con otros acentos del nororiente colombiano, especialmente en zonas donde se cruzan influencias andinas, santandereanas y costeñas. Aunque es bastante distintivo, hay acentos parecidos en el sur del Cesar (Aguachica, Río de Oro, San Alberto. Muchas personas de esta zona tienen un acento similar al ocañero por la proximidad geográfica y la interacción constante con Ocaña.
Comparte entonación vivaz, expresividad y algunas expresiones regionales. En el Norte de Santander rural (El Carmen, Convención, Teorama y La Playa). En los municipios de la provincia de Ocaña (no confundir con la ciudad de Ocaña), se conserva un acento muy similar al ocañero, a veces incluso más marcado.
Aquí también se nota el uso del «vos» para todo el mundo (incluso amigos y familia), lo cual es un rasgo cultural además de lingüístico.
En el sur de Bolívar (municipios como Morales o Santa Rosa del Sur) se habla algo parecido, aunque tienen más influencia costeña, en algunas zonas serranas donde hay contacto con ocañeros.
Igual pasa con el acento santandereano rural (zona de San Vicente de Chucurí o Barbosa). Aunque este tiende a ser más seco y fuerte (golpeado), algunas zonas rurales tienen un tono más melódico y pausado, con expresiones y modismos parecidos a los de Ocaña. El acento ocañero es único, pero tiene “primos” cercanos en municipios rurales del sur del Cesar, norte de Santander y el sur de Bolívar. Esto se debe a lazos históricos, comerciales y familiares que han creado una identidad lingüística compartida, aunque con variaciones locales.