PREOCUPANTE | POCA GENTE

La decisión de tener o no tener hijos es lo más personal y respetable que se puede tener. Se trata, nada más y nada menos, que de la consideración más íntima de cada ser.  

Recientemente la ONU ha expresado preocupación por la baja tasa de natalidad a nivel mundial, y señalando a Colombia con el nivel más bajo hasta ahora visto, destacando que factores económicos y el temor al futuro están influyendo en las decisiones reproductivas de las personas. Estamos por debajo del nivel de reemplazo poblacional. 

El nivel de reemplazo poblacional es el número promedio de hijos por mujer necesario para que una población se mantenga estable en tamaño a lo largo del tiempo, sin aumentar ni disminuir, en ausencia de migración. Este valor suele ser aproximadamente 2,1 hijos por mujer en la mayoría de los países.

En el caso colombiano esa tasa se ha movido de la siguiente forma:

Año      
19903,2 hijos por mujer
20002,6 hijos por mujer
20102,1 hijos por mujer
20231,6 hijos por mujer

Con una tasa global de fecundidad en Colombia de 1,6 hijos por mujer, el país está por debajo de la media mundial que es de 2,1 hijos por mujer, lo cual trae consecuencias muy importantes, como lo ha sido que entre los años 2017 y 2023, se cerraron 6.263 sedes educativas en Colombia, de las cuales 3.817 eran públicas y 2.446 privadas, lo que representa alrededor del 12 % del total de establecimientos educativos en el país.

En los últimos 18 meses previo a septiembre de 2024, se reportó el cierre de 769 colegios privados y en el primer semestre de 2024, Bogotá cerró 26 colegios privados.

En 2023, Colombia tuvo solo 510.748 nacimientos, la cifra más baja en 12 años, equivalente a una caída del 11 % respecto a 2022 y de 24,5 % respecto a 2012. Pero la tendencia es a seguir bajando

Colombia ya está por debajo del nivel de reemplazo, lo que implica que, si esta tendencia continúa y no hay un aumento en la inmigración, la población del país comenzará a envejecer y eventualmente a reducirse.

Esto plantea desafíos importantes en el mediano y largo plazo: menos trabajadores jóvenes, más personas mayores, presión sobre sistemas de pensiones y salud, y una posible reducción en el crecimiento económico.

Entre las razones por las cuales muchas personas posponen o renuncian a tener hijos se tiene el miedo al futuro. Se tienen preocupaciones sobre el cambio climático, conflictos internacionales y nacionales. No resulta muy estimulante el entorno mundial y colombiano.

Los altos costos asociados con la crianza de los hijos, incluyendo el cuidado infantil y la educación, son también una barrera importante, como igualmente lo es la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar, especialmente para las mujeres. 

La precariedad laboral y la falta de estabilidad económica son factores que desalientan a algunas personas a tener hijos. También lo es la desigualdad en el reparto del trabajo doméstico y cuidado infantil. 

Como preocupaciones adicionales se tiene el envejecimiento de la población, lo que puede generar desafíos económicos y sociales. No habrá forma de sostener a tantos viejos. 

En resumen, la ONU está llamando la atención sobre una crisis de libertad reproductiva, donde factores económicos y el temor al futuro están llevando a las personas a tener menos hijos de los que desean, lo que podría tener consecuencias significativas para el futuro de la población mundial. 

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