PAJARITOS | A VOLAR SE DIJO

Tesoros que habitan y vuelan en nuestra tierra

Donde se entrelazan los ecosistemas de bosques secos, páramos fríos y zonas urbanas, vive una extraordinaria diversidad de aves que convierten al departamento de Norte de Santander en un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Con más de 745 especies registradas, esta región no solo destaca por su abundancia, sino también por albergar aves que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.

Es el caso del Amazilia capiazul (Saucerottia cyanifrons). Este colibrí, con su vibrante plumaje verde esmeralda y azul metálico, revolotea entre los cafetales y matorrales del departamento. Aunque se encuentra en algunas otras regiones del país, sus poblaciones más estables han sido registradas en Norte de Santander.

El Batará piquicurvo, de hábitos misteriosos, este pájaro habita el denso sotobosque entre los 800 y 1.700 metros de altitud. Su pico curvado y fuerte lo hace inconfundible. La especie está catalogada como vulnerable y es difícil de observar, lo que la convierte en un tesoro para los observadores de aves más experimentados. Es conocido por su raro avistamiento: solo una fotografía oficial en Colombia lo documenta.

O el Colibrí de Marte, especie que habita en los páramos de Pamplona y zonas montañosas del Catatumbo. Con su cola rojiza y vuelo ágil, embellece las alturas andinas y representa la riqueza casi desconocida de estos ecosistemas.

El Toche, con su brillante plumaje amarillo y negro, es una de las aves más vistosas de los paisajes nortesantandereanos. Su canto melodioso alegra los cafetales, matorrales y bordes de bosque húmedo, donde suele construir sus nidos colgantes entre las ramas. Aunque no es una especie endémica de Norte de Santander, su presencia es frecuente, convirtiéndose en símbolo de alegría, resiliencia y conexión con la tierra.

El Cardenalito, con su inconfundible plumaje rojo encendido y negro, es uno de los pájaros más bellos y llamativos que pueden encontrarse en algunas zonas rurales de Norte de Santander. Su canto suave y apariencia vibrante lo han convertido en una de las especies más codiciadas como ave de jaula, lo cual ha llevado a una grave disminución de sus poblaciones en estado silvestre. Actualmente está catalogado como peligro crítico de extinción, y su protección es una prioridad para la conservación.

Los Pericos nativos, del cual el Norte de Santander es hogar y que llenan de vida los amaneceres rurales con su vuelo veloz y su canto bullicioso. Estas pequeñas aves suelen desplazarse en manadas, y anidan en huecos de árboles o barrancos. Su presencia constante los convierte en embajadores alados de nuestra biodiversidad. Aunque algunos son comunes, otros enfrentan amenazas por pérdida de hábitat y tráfico ilegal.

La Tángara de Collar Carmesí. Con su color rojo intenso en el pecho y su plumaje negro aterciopelado, ha hecho que sea ampliamente admirada por su belleza, pero también amenazada por el comercio ilegal de aves ornamentales. Aunque no está catalogada como endémica, su presencia constante en la región la convierte en parte del paisaje cotidiano y en símbolo de la riqueza natural que aún vive entre nosotros.

Norte de Santander es uno de los departamentos con mayor riqueza avifaunística del país. Sitios como el páramo de Tierra Negra, la serranía de Los Motilones, el bosque Tarigua y los alrededores de Ocaña han sido catalogados como claves para la observación y conservación de aves.

Conservar y cuidar

Las principales amenazas que enfrentan estas especies son la deforestación, el cambio en el uso del suelo y la expansión de la frontera agrícola. El Cucarachero de Nicéforo, por ejemplo, sobrevive en fragmentos mínimos de hábitat, lo que evidencia la urgencia de proteger zonas específicas.

El cielo del norte canta con voces únicas. Cada trino y aleteo de estas aves exclusivas es una historia que solo puede contarse desde estas montañas y valles. Su existencia no es solo patrimonio natural, sino también cultural y económico. Cuidarlas es un deber y una oportunidad. Porque donde hay aves, hay vida… y futuro.

Con el firme compromiso de conectar a las personas con la belleza y el valor de nuestra biodiversidad, Unicentro Cúcuta abre sus puertas a una exposición única dedicada a las aves de Norte de Santander. Una muestra emocionante donde grandes y chicos podrán maravillarse con los colores, formas e historias de estas especies que solo habitan nuestro territorio. Será una experiencia para volar con la imaginación, despertar conciencia y recordar que la naturaleza también vive en nuestro centro comercial. Y en nuestros corazones.

Deja tu Comentario

Your email address will not be published.