ESCÁNDALOS | PILLADOS

Ha sido noticia y escándalo mundial la toma que hizo la famosa Cam Kiss de una pareja de amantes en un recital de la célebre agrupación Coldplay, en el entretiempo del partido jugado el 16 de julio entre Real Salt Lake y Cincinnati, equipos de la Major League Soccer (MLS) en el Gillette Stadium, en Boston, USA.

El tema da mucha tela para cortar, comenzando por la decisión tomada por los implicados de exponer públicamente su intimidad. A nadie, distinto a ellos, se le ocurriría mostrar de forma tan pública su affaire, a menos de que se buscara deliberadamente el resultado obtenido.  

No es difícil sentir cierta alegría morbosa al ver a una pareja de infieles llevarse su merecido, especialmente cuando uno es un millonario antipático y la otra persona trabaja en un negocio en el que se especifica que los compañeros de trabajo no han de tener ningún tipo de relación sexual. ¡Vaya ironía! Pero, ¡qué satisfacción!

No conviene olvidar que vivimos en una sociedad ciertamente expuesta en la que es imposible escapar de las miradas. La música no solo amansa a las fieras, sino que, al parecer, hace a los amantes olvidar que pueden ser descubiertos.

Los protagonistas de esta terrible experiencia son doblemente infieles, porque ambos tienen sus respectivos hogares. Tanto Andy Byron, CEO de Astronomer, y Kristin Cabot, directora de RRHH de la misma empresa. La primera consecuencia fue el despido que recibieron de sus trabajos.

Pero esta no es la más importante, ambos han sido objeto de las peores burlas que se puedan sufrir, aunque no por su calidad de infieles sino de brutos. En una sociedad tan pacata, como la que a todos nos caracteriza, ese tipo de errores no se toleran.

Desde el año 2023 Andy Byron lideraba la empresa Astronomer, que se dedica al desarrollo de software especializado en herramientas de análisis, inteligencia artificial y sistemas clave para empresas, y estaba casado (ya toca hablar en pasado) con Megan Kerrigan Byron -que ya sacó su apellido de casada de sus redes sociales- con quien tiene dos hijos y vive en Nueva York.

La pareja es dueña de una propiedad valuada en más de un millón de dólares en Massachusetts, el mismo estado donde recientemente fue visto en una actitud comprometida con otra mujer. Al parecer, el hombre tiene sus inquietudes.

Kristin Cabot, por su parte, era jefa de personal de la misma compañía de Byron y está casada con Kenneth C. Thornby, un empresario con trayectoria en la industria de la moda, especializado en el desarrollo de negocios para reconocidas marcas de calzado y ropa.

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