Page 10 - Unicentro Contigo edic. 39

Sicología

Crianza actual

iempre leemos y oímos que llegar a su adolescencia si queremos por los más experimentados, acepta
ser padres es la experiencia evitarnos males mayores más una “probadita”. Quizás allí no se
humana más maravillosa adelante, como la drogadicción. enganche con la droga, pero el riesgo
que puede existir, que los Con ocasión de la entrada en y las probabilidades de que así sea son
hijos son nuestra mayor vigor de la reciente política de lucha altísimas.
Srealización y nuestro mejor contra el microtráfi co de drogas, Tenemos que mantener con
proyecto de vida y que bla bla bla se han escuchado testimonios los hijos canales de comunicación
bla. Y nos lo creemos, pues todo esto desgarradores de padres que permanentemente abiertos, esto nos
puede ser cierto, pero hay que admitir cuentan cómo su gran ilusión con ayuda a evitar la formación en ellos
que eso de ser padres no es nada los hijos se vino a pique el día de mentes prejuiciosas y rígidas, a
fácil, al menos no para todo el mundo. que ellos comenzaron a consumir la vez que les permite un espacio de
Son muchos, infi nitos, los frentes alucinógenos. Coinciden en que a participación activa cuando entienden
que hay que atender para cumplir partir de allí la vida fue un infi erno lo que les explican sus papás, así
un papel decoroso como padres para todos. Así que la prevención estarán mejor dispuestos a recibir
y hacer de nuestra descendencia de la adicción es un tema más que sugerencias. Tenemos que evitar a toda
gente de bien. Esa es una meta prioritario en la crianza de los hijos costa que nuestros hijos se cierren al
básica sufi ciente para sentirnos y hay que comenzar a trabajarlo diálogo, se encierren y desconecten de
orgullosos, pues no tenemos ninguna temprano porque ya desde los ocho nosotros.
obligación de darle a la sociedad años de edad el peligro les acecha. Otro aspecto muy importante que
ministros, ni científi cos, solo personas La formación moral que les permita como padres debemos aprender es
buenas que a su vez se realicen distinguir entre el bien y el mal no saber poner límites y hacerlos respetar.
estudiando y prosperando laboral y debe tener esa estrecha y simplista Esto muchas veces no es tan fácil
económicamente. De manera que a concepción religiosa del pecado, hacerlo, sobre todo por el cambio de
los hijos no debemos presionarlos sino una visión mucho más amplia modelo generacional que se dio con
con exigencias que les causen estrés e inteligente, en la que el muchacho nuestros padres: ya las fueteras no
o generen frustración, simplemente pueda discernir la avalancha de solo no son bien vistas sino hasta
orientarlos y animarlos a que cumplan consecuencias de todo tipo que se le demandables. Ya no hay un modelo a
sus propios sueños. vendrían encima si llegase a probar replicar, como seguramente se hizo por
Entre tantos frentes de siquiera la droga. siglos, nos toca crear nuestro propio
formación está el de carácter moral, Por lo general la experiencia modelo de autoridad soportado en el
la diferenciación entre lo que está comienza cuando algún compañero premio y el castigo, en el ejemplo y en
bien y lo que está mal se les debe le invita a hacerlo y el niño o nuestra decisión de honrar nuestros
inculcar desde la cuna, esa es la adolescente, presionado por los compromisos y promesas ofrecidas.
fundamentación esencial que el hijo demás y para no quedarse atrás Es esa la mejor forma de enseñar la
debe tener muy bien interiorizada al ni ser considerado como “marica” necesidad de disciplinarnos, primero
estudiar y luego divertirse. La utilidad
práctica de estas enseñanzas nos la
agradecerán por el resto de sus vidas,
será eso lo que les permita cumplir
con sus responsabilidades laborales y
destacarse socialmente.
El gran reto actual como padres es
tener una mente fl exible que se adapte
a los rápidos cambios psicosociales que
se presentan en el entorno que rodea a
nuestros hijos, así como a los cambios
de personalidad que asumen en sus
diferentes etapas de desarrollo. Será
mejor que nos guste, y mucho, participar
de sus actividades en todas las etapas
de su crecimiento, como ir a jugar a
una cancha o verlos y animarlos en
sus presentaciones lúdicas. Nada hay
más gratifi cante que ver triunfar a los
hijos, todos los esfuerzos que hagamos,
sobre todo a tiempo, valen la pena.

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