La Alegría de Pintar

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A veces oímos de otros, palabras que invitan a olvidar la posibilidad de que algún día seamos diestros en aquello que soñamos hacer; por ejemplo “Loro viejo no aprende a hablar”, “El artista nace, no se hace”. El resultado de esas frases lapidarias lo conocemos el día que nostálgicos nos decimos : – Si yo supiera pintar …

Es mejor ser sordo a todo aquel que nos quiera descalificar en algo que además de no significar peligro alguno, nos traerá felicidad, tranquilidad y armonía con el mundo real.

Lo que uno aprenda con placer, definitivamente mejorará con la práctica. Para que comience a disfrutar del dibujo y la pintura, le daré con humildad algunos consejos, pues solo soy un pintor aficionado. Pero eso es lo que usted también será. ¿Le suena bien cierto?

Primero los materiales. Un cuaderno de dibujo del tamaño de una agenda está muy bien. A veces con un cuaderno escolar bastará. Un lápiz suave, un borrador, algunos lápices de colores y un sacapuntas serán necesarios. Eso es todo para empezar. Fíjese que no he hablado de ningún material sofisticado. Segundo, el tema. No vayamos a esperar a ser iluminados para escoger un tema. El tema está delante de nosotros: la fachada de la casa, el árbol, el perro durmiendo, las flores del jardín y la vida misma que pasa ante nuestros ojos

alegría_pintar2Mejor temas sencillos al principio, pero no se deje amilanar por otros menos sencillos y siéntese sin temor en el parque Santander frente a la catedral y dibújela en su cuaderno. Disfrute de esos ratos de dibujo, no busque la perfección, esté alegre. Tercero, la técnica. Todas las cosas están sutilmentecontenidas por tres únicas formas  geométricas que se intercalan, se sobreponen o se acompañan: el cubo, la esfera y el cilindro. Así que dibuje dentro de esas formas las cosas quequiere pintar y verá  como se facilita todo.

Con la práctica se obviará el dibujo de estas formas, pero no dude hacerlo si en algún momento tiene que recurrir a ellas. Ahora pensemos en las proporciones. Si comparamos tamaños continuamente, todo saldrá proporcionado. Tomemos la altura de algo y veamos cuantas veces cabe eso en el objeto que vamos a pintar. Por ejemplo sirve pensar cuantas ventanas cabrían paradas una sobre otra en la puerta de un edificio. Para las proporciones se requiere sencillamente observación: ¿Hasta que piso llega el árbol? ¿La cabeza de ese hombre que camina en la calle que altura tiene con relación a la pared? Poco a poco todo va quedando en armonía y proporcionado. La sensación de profundidad se da haciendo menos detallado el dibujo a medida que se aleja. Los colores agrisados dan lejanía. En cambio un amarillo traerá el objeto a primer plano.

No espere para disfrutar del dibujo: en sus viajes, lleve un diario ilustrado. Tómese 20 minutos para dibujar en él la Torre del Reloj en Cartagena, o el cerro Tasajero en Cúcuta. Además de la fecha puede escribir lo anecdótico del momento. Siempre que viajo llevo conmigo el diario de dibujo, una cajita de acuarelas y algunos lápices de colores, eso no hace mayor bulto. Como un cazador estoy atento a dibujar lo que me llame la atención.

También tomo fotos con el celular y en la tranquilidad de la casa hago dibujos de aquello que me ha gustado. Lo último, no se preocupe por los errores en sus dibujos. Esto hace parte del encanto de las obras del pintor aficionado. El tiempo, la experiencia y la curiosidad irán mejorando su habilidad.

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